Hoy pasaron muchas cosas, para ser día viernes 7 de agosto de 2009, y cuando quedan 14 días.
La conversación bien conversada con mi alumna de San Felipe, en el patio del edificio, aunque cagándome de frío, pero relajándome de ese tedioso momento de mi carrera docente que es "estar haciendo la hora para ver si vienen alumnos a la hora de consulta". Hasta que al fin llegó una alumna de enfermería a consultarme.
La oficina y su eterno teje-maneje; las cosas que pasan tras bambalinas y el eterno ir y venir de cosas que hacen que mi universo con Alejo sea lo que es.
El claustro, consejo ampliado o no sé qué, aquello que me citaron y que por estar contratada, me hacen sentir que "debo" ir (aunque sea para hacer parecer mi inigualable descontento con el mundo y de que siempre se puede hacer algo mejor...).
Y luego vino el momento final. El recuerdo, traido por una amiga y colega, del significado que tuvo esta fecha en mi época universitaria. Recordé la conversación de esta mañana con mi alumna, y esa nostalgia volvió a mí. Pero para qué recordar, si tú de mí nunca te acordaste en todo este tiempo, yo creo estar tranquila con la decisión, pero de todas maneras, el pasado vuelve. Las amistades siguen siendo un misterio para mí, y me empeño en alentar a cada alumna que me habla, de que disfrute su vida universitaria a concho y que viva todo lo que tiene que vivir. Porque nunca se sabe cuándo puedes crecer demasiado como para darte cuenta cuánto molesta y duele que nadie aprecie eso de ti.
Igual espero que hayas tenido un feliz cumpleaños, Jimena.
La conversación bien conversada con mi alumna de San Felipe, en el patio del edificio, aunque cagándome de frío, pero relajándome de ese tedioso momento de mi carrera docente que es "estar haciendo la hora para ver si vienen alumnos a la hora de consulta". Hasta que al fin llegó una alumna de enfermería a consultarme.
La oficina y su eterno teje-maneje; las cosas que pasan tras bambalinas y el eterno ir y venir de cosas que hacen que mi universo con Alejo sea lo que es.
El claustro, consejo ampliado o no sé qué, aquello que me citaron y que por estar contratada, me hacen sentir que "debo" ir (aunque sea para hacer parecer mi inigualable descontento con el mundo y de que siempre se puede hacer algo mejor...).
Y luego vino el momento final. El recuerdo, traido por una amiga y colega, del significado que tuvo esta fecha en mi época universitaria. Recordé la conversación de esta mañana con mi alumna, y esa nostalgia volvió a mí. Pero para qué recordar, si tú de mí nunca te acordaste en todo este tiempo, yo creo estar tranquila con la decisión, pero de todas maneras, el pasado vuelve. Las amistades siguen siendo un misterio para mí, y me empeño en alentar a cada alumna que me habla, de que disfrute su vida universitaria a concho y que viva todo lo que tiene que vivir. Porque nunca se sabe cuándo puedes crecer demasiado como para darte cuenta cuánto molesta y duele que nadie aprecie eso de ti.
Igual espero que hayas tenido un feliz cumpleaños, Jimena.