miércoles, abril 26, 2006

My younger days.

Y aquí está transcurriendo otra semana más, llena de tareas que nunca terminaré de cumplir. Hoy tuve prueba de operaciones unitarias, la performance estuvo ahí no más, teniendo en cuenta que poco pude estudiar por el tema de estar con caleta de pega. Bueno, será, habrá que ponerse las pilas para las pruebas que vienen.
Hoy fue un día nostálgico, ya que estuvimos recordando viejos tiempos con mi colega. Aquellos añejos y no menos felices tiempos universitarios, donde no teníamos preocupaciones varias más que estudiar. Fue bonito recordar esas andanzas juveniles, cuando el Flaco, la Peluca y yo nos dedicábamos a carretear y a estudiar. Cuando payaseábamos en los pasillos del tercer piso de la universidad. De cuando con la Jadulah hacíamos la inolvidable y fantástica dupla "El parcito C-P". De las formativas y serias tardes de brujas en casa de Liza, los dulces, panqueques, waffles... los inolvidables cumpleaños, los carretes porteños, todo eso... Los bonitos recuerdos que quedaron en nuestras mentes, y que 4 años más tarde aún nos regocijaron...
Un cariñoso saludo al Flaquito, Peluca, Jadulah, Liza, Morón, y por qué no, a la cabra chica...


De fondo: "¿Qué estás buscando?", Axel.

viernes, abril 21, 2006

A trip through ourselves.

Un viernes más en el calendario. Ya estamos en el término de abril, las cosas no han cambiado mucho en cuanto a mis pensamientos ni a mi sentir. Sigo esperando respuestas... a mi edad es difícil encontrarlas como en antaño. Ya a estas altura pienso en que las respuestas puede que nunca lleguen...
No he puesto condiciones para que alguien esté conmigo. Sin embargo, a mí me han puesto condiciones para poder estar al lado de alguien. Es algo extraño lo que digo, pero así ha sido, y si mi concepto de estar con alguien es llevar un documento bajo el brazo con todo lo que quiero y espero del otro, y si te gusta, bien... Nahhh... no es mi estilo. Mi estilo es estar con alguien porque lo quiero y ya.
Sigo escuchando mi música favorita. Me acuerdo de nuestro viaje a Buenos Aires con Janet, y se me viene una sonrisa a la cara. Nunca lo pasamos tan bien tratando de olvidar a quienes nos dejaron, nos divertimos hasta decir "basta". Pero en el fondo eso no fue suficiente para borrar lo que sentíamos (y sentimos) por los "hombres del año". Siempre me preguntaré si ahora los hombres tienen miedo a comprometerse por un tema de que los manduqueen o porque al igual que las mujeres, quieren disfrutar el máximo de su juventud y el dinero percibido, y cuando se nos vaya yendo el tren, subirnos al último carro. Si Janet leyera esto, se reiría a carcajadas, pues nosotras somos medio modernas, pero tampoco tampoco ni muy libertinas ni demasiado conservadoras. Simplemente, un perfecto balance. :P
Algún día publicaré las fotos del viaje. Por mientras, el imponente obelisco de fondo.



Nos reimos mucho. Caminamos hasta decir basta. Comimos harto bife chorizo (y del bueno). Y de comprar, ni hablar... si no fuera porque no estábamos demasiado millonarias no gastamos más. La nota roja del viaje fue el "choreo" (sí, al más puro estilo del "lanzazo chileno" los pendejos de m*****) del super celular de Janet (eso pasa por tener aparatos tan modernos y llamativos). Como yo no andaba con mi celular, de verdad me relajé muchísimo, pues no tenía a mi mamá llamando cada 5 minutos preguntando dónde andaba.
Respecto a nuestra convivencia... no es porque sea yo, pero me he caracterizado por adaptarme fácilmente a las circunstancias (pregúntenme en 10 años más si seré igual, gracias a mi graaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaan paciencia es que lo he logrado). Janet es una buena partner de viaje, decididas y claritas las dos, en menos de 10 minutos tomamos decisiones claves para el viaje. Lo más chistoso eran nuestras conversaciones nocturnas, las cuales siempre terminaban redondeadas en el tema "ELLOS". En fin, en aquel momento eran nuestro tema. Ahora que estamos haciendo otras cosas y hemos estado más tiempo lejos de ellos, no sé...
Bueno, esa fue la breve reseña del último viaje que he realizado. Habrá muchos viajes más, y de hecho, hay muchas historias más que relatar.


De fondo: la canción del viaje a Bs. Aires: "Yegua", Babasónicos.

jueves, abril 20, 2006

Precious time.


Después de una semana bien alejada de las pistas blogueras, me he aquí nuevamente. Es por un tema de ocupaciones nada más, teniendo en cuenta que estudiar y trabajar no han sido 100% compatibles (pero los estudios no se pagan solos).
Novedades en ls semana... mucho estudio, trabajo por entregar, una semana santa no tan "santa" (fue el cumpleaños de la esposa de mi primo), y un almuerzo fuera, además de mi primer manejo de vehículo automático (mi padre por fin lo soltó aunque sea para manejar de regreso a casa).
Tengo muchos proyectos en mente, y esta semana alejada de mis pasiones favoritas me hace extrañarlas más. De hecho, ya estoy recomenzando mis actividades blogueras, a pesar del tiempo.

De fondo: "Fallen", Sarah Mc Lachlan.

domingo, abril 09, 2006

What a s***!



Uno de los misterios que no comprendo ni he podido comprender en estos tiempos es ese afán del mundo en transformar relaciones entre personas y otros comportamientos en un asunto morboso. El ejemplo más claro que se me viene a la mente es el de las integrantes del grupo ruso t.A.T.u., cuya ambigüedad entre amistad y relación entre ambas chicas (que deben bordear los 18 años o quizás un poco más, no sé con certeza), ídolas de la generación (de)generada - valga la redundancia - del siglo XX.
Más allá de lo que sean en realidad, ejemplos como el de ellas hay muchos, y es que gran parte de los casos bullados han sido por el público, que alienta su imaginación con "rollos" que, a veces, nada se asemejan a la realidad, y que sólo es un estilo de vida (extraño, por lo demás).
En mi época de juventud (enseñanza media, para ser más exacta), tener una amiga significaba eso y nada más. Aparte de eso, no recuerdo que estuviera de moda el tema del homosexualismo. Lo más cercano a lo pagano y burdo era la Madonna (ídola musical, en todo caso). Los cantantes ambigüos como Brian Molko (Placebo) ni pensaban aparecer. Todo era demasiado perfecto. Y lo digo así, porque de esos recuerdos no queda mucho. Nadie hablaba con garabatos en la TV, menos en la radio.



Me quejo... pero a la vez como que me conformo con lo que pasa. Y de nuevo es por lo mismo: mi trabajo (gracias a la vida, que me lo dio!) es el que me hace ser más tolerante. Si mi padre leyera esto me diría que soy una libertina y que estoy cagada de la cabeza. Pero hay una cosa: ¿acaso no hay que adecuarse para sobrevivir? ¿Así como las bacterias y los seres vivos mutan en el tiempo para adaptarse a las condiciones extremas y preservar la especie? Bueno, gracias a la cantidad enorme de "degeneraciones" que veo cada día es que ya me he ido adaptando - ojo: eso no quiere decir que apoyo conductas que van en contra de la escala valórica -. No soy intolerante, pues sino no podría trabajar ni vivir en este mundo plagado de mierdas.
Quizás los ultrafascistas e intolerantes puedan salir a la calle con metralletas a matar homosexuales, o cobrarse venganza de los violadores, juntar a los enfermos de Sida y exterminarlos, cortarles las manos a los lanzas, o cosas por el estilo, mas les aconsejo que se sienten a esperar un poquito, pues así como en su tiempo fue la peste bubónica, la fiebre amarilla, las pandemias y todo eso acabarán con todo lo que no es suficientemente fuerte para sobrevivir.
Por algo Dios hizo las cosas... Soy de las que cree que las epidemias y enfermedades aparecen por alguna razón, así como los diluvios, terremotos, tsunamis... que a su paso arrastran todo, como una limpieza profunda. El mundo se limpia solo. Dejemos que todo lo que sea mugre se limpie solo.
Si los científicos no encuentran la cura contra el SIDA o el cáncer por algo será... No es por su incompetencia, sino porque aún no es la hora.
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Es la hora en que empieza a juntarse mi lado esotérico con el científico...


De fondo: "All through the night", Cindy Lauper.

One of the most large views...

He aquí una de mis fotografías favoritas, aquellas que muestran la inmensidad del mar, mi paisaje predilecto.



Esta es una toma desde el Club de Yates de Recreo, hacia el centro de mi ciudad natal, Viña del Mar.
La ocasión fue para un cumpleaños de mi madre el cual celebramos en dicho lugar, con sus amigas del colegio.

sábado, abril 08, 2006

Virology... as always...


Las cosas que me suceden durante el día me ayudan a no pensar excesivamente en los detalles absurdos de mi vida privada, por eso ahora trato de entretenerme bastante para evitar llamar y acosar demasiado a mi (ex)-amor. Pero definitivamente, una de las cosas que más disfruto es hablar de lo que hago. Sobretodo enseñarlo a la gente en palabras simples para que pueda acercarse levemente a lo que me ocurre en mi jornada laboral.
Ayer estaba recién llegando de mis clases de magister y me sorprendió Esteban, el joven aprendiz que tenemos en el laboratorio. Estaba preocupado de su prueba de anatomía, y producto de este comentario salió el tema de las sintomatologías.
Explicarle lo que una fiebre significa desde el punto de vista bioquímico, pero en simples palabras, lo mantuvo entretenido mirándome y siguiendo mi explicación. Descubrí que me alucina lo que hago, sea poco el dinero que me pagan, pero lo disfruto tanto... Es algo de lo que podría hablar horas y horas sin marearme ni aburrirme... sin embargo, hay días en que mi rutina apesta y prefiero no referirme a nada en particular.
De hecho, por unanimidad, hablaré de esto en el seminario a capella el día lunes. Está decicido.

viernes, abril 07, 2006

Fuge.

Si a mí me gustara la composición musical como a Eliseo Montalbán, y hubiera compuesto una Rapsodia Macabra, ésa sería mi vida. Estrenarla nunca en su totalidad, marcada siempre con una tragedia de por medio, la vida de Eliseo narrada en el filme es una tragicomedia digna de reírse. La misma risa que debe provocar este comentario en quienes me conocen y lo estarán leyendo.



Antes podría haber llorado sobre la leche derramada y me pudiera haber quejado de toda mi vida. Pero ya las canas pintadas en las sienes y los caminos recorridos (y recocidos también) te hacen pensar que no puedes quejarte de lo que hiciste y de lo que no hiciste, sino que pensar que todo se pudo hacer mejor. Y así estoy ahora: mi vida pasa y la disfruto como venga, cada segundo, componiendo su melodía con adornos.
No escribiré libros en las paredes, si es que me llegan a internar (alguna vez me trataron de "enferma de la cabeza"). Mucho menos he visto sangrar pianos de cola (he visto mucha, mucha sangre, pero no emanando de pianos ni de mi computador). Sólo estoy riéndome un rato de mí misma, pues de solo pensar que me espera un fin de semana bastante "ocupado" en términos de estudio (ya he perdido la práctica definitivamente). Hay que relajarse ahora que puedo...

De fondo: "Suelta mi mano", Sin Bandera.

sábado, abril 01, 2006

This is one of those days...

... Uno de esos días en que todo es gris (no es coincidencia de que hoy haya amanecido nublado). Gris en el sentido del alma. Porque no puedo evitar sentirme sola, extraña. Hoy, según el calendario, hubiera cumplido 2 años junto a mi amor. Un día como hoy, hace 2 años, nos encontramos físicamente por primera vez, después de haber hablado mucho a la distancia. Se materializaban todas esas imágenes que tanto nos enviamos; nos conocíamos en persona. Y sellamos nuestro encuentro como si fuésemos dos eternos conocidos, con un beso.
Un día como hoy me sentía tan emocionada como sigo estándolo cuando recuerdo ese mágico momento, el momento en que sin hablar nos miramos y supimos que estaríamos juntos (para siempre)... Ese beso que parecía como la película que imaginaba en mi mente, un beso eterno, lleno de amor...
Hoy no estamos juntos. Pero lo recuerdo. Como lo he hecho desde el día en que nos separamos. Recuerdo cada detalle. Quizás soy muy aferrada a los recuerdos, pero mis detalles con él es lo que recuerdo. Todo lo que hicimos juntos. De cuando conocí a su familia. De cuando me acompañó toda una semana cuando estuve sola en su ciudad, trabajando. De cuando se vino un fin de semana completo para pasar mi cumpleaños conmigo, del regalo que aún llevo conmigo y que le costó casi todo su sueldo... No puedo decir que ha sido fácil este tiempo sin él. El osito de peluche que me regaló cuando vino él por primera vez a verme me mira taciturno. El es lo único que me queda además de los recuerdos. Todas las noches duerme a mi lado, como si fuera mi amor el que vela mi sueño.
Y sigo aquí, con mi eterna compañera, la radio (me salió como la canción de Dyango), esperando que el frío pase, aunque lo dudo, pues hoy aún es otoño.
Y mientras, sigo esperando.
(Tengo que hacer un trabajo para mi postgrado, pero apenas pude escribir una línea...)
(Tengo que estudiar matemáticas, pero apenas hice 2 ejercicios...)
(Tengo que hacer muchas cosas que no quiero hacer...)
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¡Tengo que dejar de pensar!