sábado, abril 26, 2008

Otra vez la miiiiisma histooooria...

Contaba la vieja y repetida historia aquélla sobre una persona que un día apareció en el mundo de esta ciudad desde su pueblo natal. Hoy también recuerdo esa parte en que la conocí, y vienen a mí esos agridulces recuerdos del tiempo que compartimos.
La vieja historia a veces vuelve en días como éste, al abrigo de música de dicha época, cuando menos crees que vendrá.
Y entonces recuerdo que tengo rabia de lo que pasó... que logro controlarla.
Todos esos kilómetros que me separan de ese pasado prefiero que sigan así, siendo números de 3 cifras, ajenos y lejanos como los días y años que transcurren desde ese día en que me despedí de esa persona.
La mayor parte del tiempo es como que no existe esa parte de mi vida. Pero a veces... a veces creo que me la encontraré por el pasillo de la universidad... y es esa sensación de que no sabré qué hacer. Que no sé lidiar con un pasado inconcluso para ella, pero terminantemente claro para mí.
Así que... no te tomes la molestia de volver por acá... que aquí no obtendrás nada de mí. Ya sabes que todo se quebró, y que te podré hablar, pero eso no quita las cosas de mi memoria.

domingo, abril 13, 2008

El legado.

Siempre que alguien deja este mundo, nos regala algo a su partida. En algún minuto del mes pasado nos dejó la mamá de Karin (a la sra. Alicia, el más profundo de mis respetos ahora y siempre, por ser una mujer valiente y única); y durante las semanas siguientes, nació el hijito de mi amiga Janet, Joaquín.
La ley de la vida dice que así es, alguien se va y otro llegará, no importa si es de la misma familia o no, lo que importa es mantener el equilibrio. Estamos tristes por una partida - sí, y seguimos estándolo -, pero una llegada te hace reconsiderar esa pena.
A la familia de la sra. Alicia: se nos fue demasiado pronto... pero estará bien allá arriba, sin sufrimientos.
A mi amiga Janet y su familia: bienvenida a esta nueva etapa de ser madre, bienvenido Joaquín, espero que sea un niño fuerte y sano.