miércoles, marzo 07, 2007

En busca del eslabón perdido.

Alguna vez todos perdemos el rumbo. Sí, y ésta no ha sido la excepción.
Hoy es uno de aquellos días donde al mirarte al espejo encuentras 2 canas nuevas en el pequeño tinte gris que se asoma a tus sienes. Llevas 3 meses sin trabajo. Empiezas a preguntarte: "¿Dónde quedó toda esa admiración por el trabajo que sentían tus jefes...?"
No es hora de lamentarse. En un mismo día del año pasado supe 3 cosas con certeza: que perdía mi trabajo, que perdía una relación y que perdía el rumbo de mi vida. Hay que caer bien profundo para poder mirar atrás y darse cuenta de los errores. Me convenzo de que no volveré a cometer los errores del pasado, pero es tan difícil cuando nadie te quiere perdonar ni esperar a que resuelvas tu vida...
Creo que tal vez debo ser menos egoísta que lo que he dejado de ser. Convencerme que un día tu ex pareja tendrá a otra persona, y que debo asumirlo. Que en tu trabajo eres reemplazable, que cualquiera puede hacer tu trabajo. Que algún día me puedo volver a enamorar y que voy a olvidarme de todo. Que los amigos nunca han sido para siempre... y las amigas menos...
Y estas cosas que de repente pienso... son antesala de algún texto pronto que pueda salir de tanta melancolía, como lo fueron mis años de proliferante escritura.


De fondo: "Hear it from you", Gin Blossoms.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Odio las corridas de toros... Pero nunca he visto al Toro Español lamentándose.

A veces es bueno pensar... ¿Cómo quieres ser recordado?... Como el Toro Español o como los que ven Corazón de María o Floribella...

Uno es totalmente prescindible... pero el torero (los jefes y trabajos) son más prescindibles aún ya que filosóficamente hablando ellos existen por que tú existes.

Haemoglobin dijo...

Gracias por el comentario, y el Torito español está ahí dandome la fuerza...