martes, noviembre 18, 2008

Cuenta regresiva.

Quedan 44 días para que acabe el año y la rueda vuelva a girar. Hoy, como cada mañana, he visto amanecer. Como el día que nace y cada tarde vuelve a morir. Algunas cosas pasan, otras no. Como el viaje de hoy.
Ensayé cada una de mis muecas en el espejo del auto para no desfigurarme. Oía atentamente las canciones del autorradio, como si en ellas estuvieran escritas mis clases. No tenía ganas de ir ni viajar, pero la vida es así. Como dice un gran amigo, "así es la w...". Y así no más es.
Quisiera que esta semana pasara pronto para no tener que pensar mucho en lo que ha pasado, de la forma en que se han dado mis cosas, tal como nunca las quise, pero de alguna forma, nadie entiende, ha entendido ni entenderá mi vida, ni mucho menos a mí. Es parte del ser incomprendida, de ser distinta al resto con el cual insisten en compararte.
Lo he sabido desde siempre. No iba a ser fácil que me quisieran... mis alumnos no me quieren porque soy demasiado franca con lo que sé, pero imposible de doblegar. El resto de la gente me considera un ser "infranqueable", imposible de acercar, de conocer, de querer. Los pocos que llegan a conocerme realmente saben de qué hablo...
Si pudiera arrancar las cosas que siento del maldito músculo del corazón, lo haría; sin embargo, todas estas palabras carecerían de sentido. Si para dejar de sentir debo sentir demasiado, entonces debo dejar que todo lo que siento fallezca de manera natural, a punta de desprecios, desengaños, mentiras e indiferencia. Así han muerto varios sentimientos en mí antes... hoy no sé si puedo hacerlo así de fácil... hay cosas que han pasado sin provocarme nada, y han habido otras que han dejado una profunda huella. Quien sabe si entregar el corazón en lo que dices y haces con los demás sea un signo de debilidad, pues para mí desde ahora en adelante, lo será. Si pretendo no seguir sufriendo, quizás tendría que conformarme dando todo en una medida, sin entregar demasiado, para no equivocarme.
Y mientras sentía todo esto... escuchaba este tema de Avril Lavigne, con el sol sobre mi cabeza, con la inmensa cordillera frente a mí, y el calor de San Felipe abrasándome a esa temprana hora.




Na na, na na na, na na
I miss you, miss you so bad
I don't forget you, oh it's so sad
I hope you can hear me
I remember it clearly

The day you slipped away
Was the day I found it won't be the same
Ooooh

Na na na na na na na

I didn't get around to kiss you
Goodbye on the hand
I wish that I could see you again
I know that I can't

Oooooh
I hope you can hear me cause I remember it clearly

The day you slipped away
Was the day I found it won't be the same
Ooooh

I had my wake up
Won't you wake up
I keep asking why
And I can't take it
It wasn't fake
It happened, you passed by

Now you are gone, now you are gone
There you go, there you go
Somewhere I can't bring you back
Now you are gone, now you are gone
There you go, there you go,
Somewhere your not coming back

The day you slipped away
Was the day i found it won't be the same noo..
The day you slipped away
Was the day that i found it won't be the same oooh...

Na na, na na na, na na
I miss you


Dedicado a tod@s... y a ningun@.

martes, noviembre 11, 2008

We are all Heroes...

El guerrero Sin Nombre estaba frente al emperador, y después de una larga conversación, el emperador cae en la gracia que aquel personaje al frente suyo, estaba allí para matarlo, tan sólo a siete pasos de él. - ¿Por qué aún no me has asesinado? -, pregunta el emperador, ya entregado a su suerte. - Tenía que estar muy cerca suyo y ganarme su confianza... para no fallar.


Siempre recuerdo esta escena como la mejor de todas. Me recuerda que todos tenemos algo de qué jactarnos, algo así como el "golpe maestro" o por el estilo. Mientras escucho la banda sonora de "Hero" (Tan Dun), evoco esa sensación de llegar a lo más altoy poner la bandera en la cima del Everest.
Cuando uno hace eso, es porque muy, muy, muy en el fondo, lo estás haciendo para alguien más. El guerrero Sin Nombre lo hacía por sus creencias, los escaladores por sus familias, y así. Y claro, más de alguien dirá: "Lo hago por mí mismo y por nadie más". Sí, es probable que se haga... pero bien en el fondo, uno siempre tiene motivos para sí mismo; sin embargo, carecen de validez si además no lo haces por algo o alguien...
El tipo que ya no tiene nada ni nadie por quien vivir... se suicida.
El tipo que lo pierde todo...no encuentra sentido a su vida.
El tipo que está solo en el mundo... se abandona a su suerte.
El tema es que todos estos ejemplos sí han tenido gente a su alrededor, mas en su ceguera, no la ven.
Siempre hay algo por qué luchar (además de uno, claro).
Si para eso debo salir y convencerme de mi suerte, es porque de alguna forma tengo que crecer. No toda la gente me quiere como yo a ellos. No todos entienden mis formas de querer, y muchos no la entenderán jamás, por más que me esmere en ello...
Y si para eso tengo que luchar, allá vamos. No importa cuántas veces me cause la misma herida en el mismo lugar. Tarde o temprano, eso endurece el tejido. Y lo que no te mata, te hará más fuerte... Aunque eso signifique dejar de sentir.


domingo, noviembre 09, 2008

Rearmando el tablero.

"Ha de notarse, pues, que a los hombres hay que conquistarlos o eliminarlos, porque, si se vengan de las ofensas leves, de las graves no pueden; así que la ofensa que se haga debe ser tal que le resulte imposible vengarse."

("El Príncipe", Capítulo III).


Me pregunto yo:
¿Las ofensas que se hacen, que tienen que ver con la lealtad, acaso son demasiado leves como para no vengarse? ¿Traicionar la confianza no es acaso "leve" que no me he vengado?

Y es que no me vengaría jamás... porque el precio de mi venganza no tiene que ver con cuál sangrienta pueda ser mi venganza... y es que Dios perdona y olvida, yo no. Así que él hará el trabajo sucio por mí, y yo me sentaré a esperar. Como estoy ahora, viendo cómo aquell@s que alguna vez traicionaron el más sagrado de los principios que entrega el ser humano, están pagando centavo a centavo el precio. Y no es que lo diga yo, es que es así.