viernes, marzo 31, 2006

Clouds on my mind.


Mi mente siempre anda divagando por ahí. Por ahí de repente se queda mirando nubes varias, para relajarse un rato, después de tanto estrés estudiantil y de trabajo.
En este momento no quiero pensar en mis estudios ni en mi pega. Quiero relajarme un rato, y logro conseguirlo poniendo la radio a volumen alto con algún tema que me suba el ánimo.
Un disco que logra eso es el de Blondie. Algunos dirán de dónde lo saqué, y es que yo sólo estoy en una etapa extraña no más; en general no soy romántica cebollera en español (los que me han visto tatareando temas de Sin Bandera o de radios así tipo Aurora o Pudahuel), sino una acérrima admiradora de la música en inglés. Sobretodo las baladas. Pero pues también tuve épocas alternativas, britpoperas, rockeras, under, etc.
Como decía, una canción que me sube definitivamente el ánimo es "The tide is high", de Blondie. Fuera de su contenido, al menos es alegre. Especial para un viernes por la tarde donde, definitivamente, no dan ganas de hacer nada.

jueves, marzo 30, 2006

My favourite thing.

He aquí al único "ser" que me quita el sueño a veces, que no es humano, pero lamentablemente, al infectarnos tiene vida.
Señoras y señores, les presento a HIV... el mortal virus que causa el SIDA (síndrome de inmunodeficiencia adquirida), y que es parte de mi trabajo.



Nos vemos todos los días.
Estamos tan cerca, él y yo... Sólo un guante de látex separa mi vida de su mortal acción.
Pero nos respetamos. El, ahí, lejos de mi vida y yo lejos de la suya. Sin embargo, somos socios en esto. El trabaja para mí y yo tengo trabajo y dinero gracias a él.
No es fácil convivir con un socio que algún día puede traicionarte.
Mientras él vive feliz paseándose de cuerpo en cuerpo a través de la especie humana, mi trabajo aumenta. Y aunque no debiera ser así, hasta ahora es amo y dueño del tiempo y cerebro de los científicos que buscan cómo reducirlo.

miércoles, marzo 29, 2006

That's the way it is.

Hoy es otro de esos días en que me despierto con ganas de hablar de mi trabajo. Es extrañamente raro, ya que paso bastantes horas al día en ello, y pese a mis estudios de magister - en ingeniería bioquímica -, a veces me pasa que encuentro demasiado entretenido lo que hago.
Es esa nostalgia de no haber hecho nunca nada antes de esto, o es que está demasiado cerca de lo que siempre quise hacer, que me hace sentir completa. Sí, pese a que la paga no es espectacular y a veces suceden las dificultades típicas, disfruto haciéndolo.
La vida entre estas 4 paredes no es nada fácil - no lo digo por mí, lo digo por los pacientes -, teniendo en cuenta que tener una enfermedad incurable es un karma social. Pero acá la gente se siente desahogada, pues sabe que nadie más en el mundo puede comprender la dimensión de la enfermedad. Y es porque sólo nosotros, los científicos, comprendemos el real sentido de cómo se desarrolla una enfermedad de ese tipo.
Historias hay muchas, vidas también. Es por eso que escribo aquí, pues existen momentos en que la realidad supera a la ficción, y nuestra limitada mente humana no alcanza a entender.
Esto sería, entonces, la bienvenida a mi mundo... el mundo de un virus mortal.

lunes, marzo 27, 2006

What's the name of the game?

Así como en el tema de Sheena Easton, "Almost over you" (Todo me recuerda a ti se llamaba el título en español), es como de repente me amaneció el día. Atrás quedaron las noches en que me dormía inquieta pensando si alguien te puede olvidar así de rápido, después de darte cuenta que le importas a los demás. Que le importo a la persona que quiero importarle. Que aún me recuerda.
Es increíble la coquetería femenina cuando te interesa un hombre y quieres llamarle su atención. Cuando lo logras. Cuando logras tu objetivo... él entiende el mensaje. Como lo decía hoy la profe Malena (canta el tango como ninguna...), que el orador debe mantener la atención del público para que le llegue el mensaje. Y eso va en la forma en que se expresa, el tono de voz, las gesticulaciones... Cuando se logra eso, el público es tuyo, y te recuerda en el tiempo. La coquetería con la persona que te interesa es lo mismo. Es tratar de vender una pomada de cómo eres, para interesarle a una persona en particular.
¿A qué viene todo esto? A raíz de una conversación que tuve con la persona que me interesa, el hombre de mi vida, tal vez... Ese coqueteo telefónico directamente indirecto, que sí, que no (que nunca te decides!), un juego eterno sin un fin concreto. Yo fui clara y directa: quiero todo o nada, no me gustan las cosas a medias en el amor, o mejor dicho, en los sentimientos. Yo no jugaré con quien quiero, no es mi estilo, y si bien hay algunas cosas con las cuales uno puede dejarlo a imaginación propia, no le entrego el corazón así porque sí. El lo sabe bien, que si me quiere de regreso, tiene que saber qué quiere realmente conmigo, o si todo este tiempo ha imaginado una relación. Esta nunca fue una relación perfecta, pero fue intensa. Tan intensa para los dos que nos fue difícil separarnos, dejar de hacer cosas, dejar de tratarnos coloquialmente. Y quedó descubierto durante nuestra conversación de ayer, que si alguno de los dos doblega ante el otro, podemos equivocarnos... lo peor es que a veces doblegar está fuera de nuestra razón...
Un juego donde debemos ganar los dos. Yo no he conocido juego donde haya más de un ganador, excepto los de azar. Pero en los sentimientos no, porque con ellos no se juega...

De fondo: "When it's love", Van Halen.

jueves, marzo 23, 2006

A frame in my rutine.

Mi taza de té humea sin que nadie la altere. El silencio se apodera del laboratorio, y solamente sus ruidos de fondo de equipos me acompañan. Es una mañana cualquiera, un jueves cualquiera. La radio también acompaña a su modo (aunque no ayuda en sí). Mary llega saludando, me recuerda que hoy estamos solas; mi colega no viene hoy.
El té tiene una temperatura óptima. Ya me empiezo a poner demasiado científica... Suena el teléfono y al unísono decimos: "Es la Paty..."
El cronómetro pitea anunciando que mi tiempo se acabó - frase adoptada desde que llegué aquí. A sacar tubos se ha dicho. Estas mañanas así me recuerdan mucho a mis mañanas de tesistas. Mañanas que tendré que recordar en un tiempo más.
Me termino mi té a temperatura óptima. Ya a esta hora la Aurora empieza a ponerse demasiado "cebolla", decido cambiarme a la Play FM, una nueva radio que es bastante agradable para trabajar...

miércoles, marzo 22, 2006

Denying the truth.

Esta vez no hablaré de mí (es raro, pues el blog es mío y se supone que es para eso). Es un cuento extraño, con música romántica de fondo, no hablar de mí precisamente, pero esto igual se relaciona conmigo, o al menos, me afecta; todo lo que me hace pensar de más, en cierta forma me afecta...

Hoy en la mañana estaba a punto de irme a mis clases y llegaron 2 pacientes. Eso no suele suceder al menos que estén citados, y acá la cosa no es con citación. Después la información me llegó completa y supe que era un matrimonio. Por razones de ética y trabajo no puedo decir dónde me desempeño, pero sí puedo decir que estoy encargada de realizar exámenes de monitoreo para una enfermedad - hasta ahora - incurable. El matrimonio estaba afectado de la enfermedad.
Esos detalles no incomodan - ya con el paso de los años me acostumbré a tratar con pacientes y con la enfermedad en sí -, sólo que los pacientes son como niños que esconden la culpa después de haber roto un cristal de la vecina. Sólo una madre conoce a sus hijos y sabe cuando les mienten, pero ¿quién entiende a los padres que no les dicen nada a sus hijos y luego ellos solos descubren la verdad?
Yo suelo no tratar con pacientes por un tema personal; no me siento capacitada para tanta carga emocional. Esta historia la escuchó mi colega en la sala de toma de muestras.
Por unas horas al día, mi colega, la enfermera y yo somos la única familia de los pacientes aquejados de una enfermedad incurable, más encima, juzgada por la sociedad. Quizás eso me impide poder tener una relación profesional con ellos, porque los comprendo. Esas personas necesitan que alguien las escuche y no las juzgue; el azar del destino ha jugado con muchos por infectarse, a veces, sin desearlo.
¿Una esposa contagiada por su esposo? Ahí chocan mis valores con la realidad. Mi concepto de fidelidad es demasiado fuerte. El esposo le fue infiel a su esposa y se contagió, luego él contagió a su esposa. El no lo sabía. Ella tampoco, pues confiaba en él... Y luego... Es como morir dos veces cuando sabes de un paraguazo que: 1) tu esposo te fue infiel y se contagió de una enfermedad incurable, y 2) sin saberlo te contagia a ti y pasas a ser una más de las mujeres contagiadas accidentalmente, o sea, una víctima...
Y lo peor no es eso. Lo peor es negarlo. Es pretender que la vida sigue igual, que nadie debe saberlo. Y aquí viene mi inquietud: ¿tu familia debe saberlo? ¿Tus hijos? ¿Vale la pena tener un pacto hasta la muerte con tu esposo de guardar silencio?
¿Qué es peor para los familiares? ¿Enterarse que han caido enfermos por una enfermedad que conocen, o que caigan sin razón a un hospital y les digan que están infectados de una enfermedad incurable, sin ellos saberlo?
No lo sé, si me lo preguntan a mí. Yo sólo diría que no quisiera ser familiar de ellos y enterarme en una situación límite... Preferiría sufrir sólo una vez.
Espero que aquel matrimonio encuentre la paz y la tranquilidad que necesitan en estos momentos...

martes, marzo 21, 2006

I'm so unfaithful...

Vuelve, que sin ti la vida se me va
Vuelve, que me falta el aire si tu no estás
Vuelve, nadie ocupará tu lugar

Sobra tanto espacio si no estás
No paso un minuto sin pensar
Sin ti la vida lentamente se me va.


Me siento extraña pensando en estas palabras. Pero la radio las escupe con mucha convicción.
Nunca le he pedido a nadie que vuelva a mi lado. Esta es la primera vez.
"De amor nadie se muere", decían las abuelas. Pero antes cualquier enfermedad que daba durante una pena de amor se consideraba un mal de amor.
Yo no tengo mal de amor. Aún no caigo gravemente enferma. Mi dolor es interno. Nunca nadie lo sabrá.
Pero lo extraño... a él.
Ya le pedí que volviera. Aunque me muero de ganas, ya no lo vuelvo a hacer. Ahora tengo que esperar.
Sólo esperar...

If I've ever thought about...

Si alguna vez hubiera pensado lo que sucedería, no me habría tomado la molestia de vivirlo. Pero... eso es una utopía. Hay que vivir las cosas para poder decir "estuvo mal" o "estuvo bien".
Y así es la vida... Nadie sabe que el pasado está a la vuelta de la esquina, sino para qué andar tan confiada por el mundo.
Debo confesarlo. Me preocupa el pasado. Me preocupa que todo lo malo que viví vuelva a mí. Y no lo digo por mi reciente quiebre de pareja (de la cual ni siquiera fue por culpa de algo en particular, pues aún me llevo bien con él, a pesar de todo y de que no somos "pareja"), sino por las personas que me hicieron daño en mi época universitaria.
Había perdido esa preocupación desde que trabajaba y no volvía a la universidad. De cuando estuve con mi amorcito. Pero hoy... ya el riesgo de toparme con las protagonistas de una de mis más recordadas desgracias me preocupa.
Ya sé lo que me diría mi amor: que no tengo que preocuparme por weás, que eso ya pasó y punto. Y todo el mundo me diría lo mismo. Y yo sólo digo que a pesar de que me es indiferente, me inquieta. Lo digo porque ayer vi al protagonista diabólico de aquella vez, y lo que es peor, el sinvergüenza caradura tuvo la osadía de hacerme una seña... ¡el desgraciado tiene cara para saludar! Me pregunto si la protagonista tendrá cara para eso. Capaz que sí. Esa gente no cambia, pero yo sí.
La venganza nunca es buena, mata el alma y la envenena. Así era la premisa de un programa infantil. Yo no me quiero vengar, pero sí quiero mi tranquilidad de regreso. Quiero que desaparezcan de mi entorno. No quiero más inquietudes, mas aquellas que inquietan a mi enamorado corazón... prefiero esa inquietud, que en el fondo no es mala, sino una constante espera de una respuesta que tarda en llegar...

De fondo: "Morning has broken", Cat Stevens.

domingo, marzo 19, 2006

4...


La música invade mis oídos de forma perniciosa. Mi cabeza da vueltas entre miles de recuerdos, como un radar flotando en la inmensidad del mar. Es una sucesión de imágenes que se chocan con el radar, todas concretas, pero el radar busca sólo algunas, guiadas por la música.
Son los recuerdos. Los malditos recuerdos.
Busco con desesperación una fotografía que he retenido en mi mente durante años, le pregunto a mi amiga si ella la tiene, me dice que me la dio. No la encuentro.
Mientras el radar musical sigue chocando con las imágenes, cada vez más claras.
No quiero asimilarlas más en mi mente. Pero demonios, la música deja esa sensación, esa de creer que has olvidado algo con el paso del tiempo, mas basta sólo un acorde para quedar totalmente desarmada...
Lucybell y sus canciones acrecientan ese paseo de recuerdos. ¿Por qué no puedo oír un disco sin pensar en absolutamente nada?
No, por supuesto que no.
Y Lucybell como sus canciones son un mar sin fondo. Es una pared traslúcida.
No puedo borrar lo que hay ahí. No puedo borrar a los que estaban ahí.
Son como una imagen indeleble, un tatuaje.
Tengo la imagen, sí, la misma... es mi pesadilla de lo que fue y no volvería a ser.
Pero ahí estamos, los cuatro, cuando ninguno pensaba en lo que pasaría. Sólo éramos los cuatro, el presente y la felicidad.
A mis espaldas estaba escrita la traición por enésima vez, pero nunca la esperé...
Ahora son sólo una imagen... una entre las miles que alguna vez chocaron con el torpe radar de mis recuerdos.
Y se van difuminando con el tiempo.
Cuando no queda dolor, sólo el recuerdo de lo que fue.


A los que algún día fueron mis amigos... ese sentimiento sólo se vive una vez y cuando se quiebra, no hay remedio...

sábado, marzo 18, 2006

The Biosynthesis.


Este es una de mis caricaturas con historia. Mi alucinante clase de genética con el profe Marshall, y de cómo se origina, en cierto modo, la vida eucariota (y procariota también). La biosíntesis proteica, vista por el ojo crítico de quien escribe.

jueves, marzo 16, 2006

Back to school.


Volver a estudiar. Es algo que hacía mucho tiempo no hacía... Prácticamente hace 3 años, desde que me titulé. Y antes de eso, 2 años de tesis que sólo leía un par de papers por ahí. O sea, 5 años sin estrés, ni noches en vela, ni fines de semanas ocupados. Bueno, desde que el mercado laboral ya no aguanta profesionales con su título a secas, la necesidad de perfeccionarse en alguna cosa abre el abanico comercial que lleva cada universidad (detrás del eslogan "universidad para todos" hay un negocio nefasto). Yo que creía que con mi título iba a poder ejercer tranquilamente... pues no, el sueldo no alcanza para que una mujer soltera de casi 30 años pueda independizarse (pese a haber ahorrado 3 años casi buena parte del sueldo).
No quiero decir que estoy feliz con la idea de volver a la universidad, claro que a otro nivel. Sólo que mis arcas se verán afectadas en su totalidad, pues el orgullo impide molestar a los viejos con mi educación.
Aunque mi opción es un tanto alejada de mi rubro actual (medicina diagnóstica no tiene mucho que ver con el área de la ingeniería bioquímica), pienso abrir un poco mi mente a un campo que si bien no es de mi entero agrado, al menos pretende ser más lucrativo.
Tendré que acostumbrarme a esas viejas cosas de antaño como dormir menos y ocupar más mi mente... Pues en dicha época no había nada más serio de qué preocuparse, excepto por estudiar; en cambio hoy, además de mis estudios, tengo que cumplir con mi trabajo... ¡porque ni en sueños renunciaría! Estoy acostumbrada a ganar poco, pero al menos esos pesitos salvan...

domingo, marzo 12, 2006

Once upon a time...

Cada vez que miro esta fotografía, me provoca la misma sensación. Una sensación agradable de nostalgia. Una reunión familiar, las bodas de plata de la tía Elsa y el tío Lelo.



La observo y además de alegrarme por la reunión de la familia, me doy cuenta que los años no pasan en vano. Esto debe haber sido hace unos 18 años más o menos. Mis abuelos aún vivían, de hecho, aparecen en la fotografía. Yo debo haber tenido unos 12 años... No estaba yo presente ahí, no fui porque era "chica".
La importancia de esta fotografía no es tan solo que retrata a un grupo de asistentes a una celebración, sino mucho más que eso.
Por ejemplo, a la fecha hay dos filas de asistentes que prácticamente no están... Todos aquellos abuelitos de canos cabellos de la segunda y tercera fila nos han dejado, a excepción de dos de ellos: la tía Blanca y la tía Ema. Si vivieran los demás, estarían en la novena década de sus vidas.
L@s niñ@s que asistieron, ahora ya bordean la treintena o están pasados de esa edad, titulados y algunos casados con hijos.
Los adultos que ahí parecen de mediana edad ahora son adultos con edades entre los 56 y los 70 años. La señora gordita de la derecha, vestida de negro, la tía Nena Gaete, era relativamente joven y falleció repentinamente de un ataque cardíaco hace unos 5 o más años atrás.
Muchos de los adultos de mediana edad, hijos de los abuelitos octogenarios y nonagenarios, ya son abuelos en su mayoría. Casi todos l@s abuelit@s conocieron a sus nietos y los disfrutaron bastante tiempo.
Una familia ciertamente longeva. Los patriarcas y matriarcas de la familia llegaron más allá de los 80 años antes de dejarnos, todos gozaban de una salud envidiable, y disfrutaron su vida en plenitud. Y sus mentes recordaban aún con nostalgia las reuniones familiares, los malones y matrimonios celebrados en casa.
Este es mi humilde homenaje a aquella parte de mi familia, parte de la historia de mi vida, en especial a los abuelitos que allí no están, entre ellos mis dos abuelos. Tuve la dicha de conocerlos y disfrutarlos hasta hace muy poco, y eso es algo que no tiene precio...

God save our President!



Tengo que darme el lujo de decirlo: me siento orgullosa. Sí, aunque muchos se pregunten por qué, y los que conocen mis tendencias políticas (que rozan la anarquía a veces) estarán aún más sorprendidos de que esté orgullosa en un día como éste. Porque hay que decirlo: me gusta este nuevo estilo.
Me emocioné hasta las patas con el cambio de mando, pese a que la "Gordis" (si Eyzaguirre se lo dijo, ¿por qué yo no?) no era mi candidata, y mucho menos, no representa mi pensar político. Pero... el sólo hecho de que sea mujer y se haya atrevido, ya me alegra. Si bien tiene un pasado oscuro... bueno, no hay quién no lo tenga. Si es relajada para hablar con "el pueblo"... bueh, es su estilo. Y aunque no voté por ella, me llena de orgullo saber que al menos como país tenemos algo realmente importante de qué enorgullecernos. Tenemos PRESIDENTA... sí, con "A". Michelle Bachelet.
Desde acá, le envío un saludo a la nueva regenta del país, mucha suerte y ojalá no se quede en tanta promesa. Que cumpla lo que tiene que cumplir, pues aunque Ricardo Lagos Escobar (que tampoco fue mi candidato) no me representaba, fue bastante bueno en algunas cosas - no en todas -, y su estilo me agradaba, porque no le andaban con cuentos.
Michelle, que los bolivianos no nos pidan mar y tú se los des; que no nos roben la Isla de Pascua y que China nos traiga productos buenos... Ah, por sobretodo que se acaben las filas en la salud, rebajar la pobreza y nada de sobresueldos... Si lo haces bien, de seguro el 2009 la candidata será la "Chole" y así nos convertimos en un país pionero en Sudamérica.

Ah... pero eso sí que igual a cierto personaje tendrás que hacerle honores en el día de su juicio final...

viernes, marzo 10, 2006

The Other Love (o el amor por el desvalido)


Un ser humano tiene muchos amores. No lo digo pensando en parejas, sino en pasiones tales como la música, la lectura, un grupo favorito, hobby o actividad. Y siempre donde se pone el corazón hay involucrado un sentimiento, no es por puro dinero. Muchas de esas actividades no entregan remuneración.
Esta es la historia de cómo yo algún día desarrollé cariño por algo que, siendo parte de un mundo que no me agrada (los niños no son precisamente mi debilidad, pese a que hay niñ@s muy simpáticos y otros mañosos), pero que de alguna forma, me conquistó. Esta es la historia de un hogar de niños.
¿Y eso qué tiene que ver conmigo?, se preguntarán quienes me conocen, que si veo a un cabro chico por ahí corriendo, saldré a perseguirlo, y si grita, le gritaré más fuerte. Ehm... son las paradojas de la vida... porque todos tenemos un lado "amable", un pedacito de nuestro corazón que no es tan perverso como lo es en general.

Mi relación con los niños es de amor-odio. O definitivamente me conquistan, o los detesto de entrada. Pero es una forma de amar... un niño es un ser inocente, que sólo está aprendiendo a vivir, y que, malamente, aprende los malos hábitos de sus padres. Ellos no tienen la culpa que sus padres cometan errores y no sepan asumirlos, menos intentar protegerlos... por eso existe tanto hogar infantil... niños abandonados... maltratados...
Un día llegó a mi vida el hogar donde mi madre es directora. Llegó bastante tarde a su vida, pues si hubiera sido antes ella podría haber estudiado servicio social y sería la mejor AS de la región (saludos a la señora Hilda del Rosario, quien sacó la mención el 2005 por su abnegada labor con los ancianos de la Fundación Javier Arrieta). Pero bueno, fue así y fue lo mejor que le pasó... Luego ese hogar fue entrando en nuestras vidas tanto como para depositarse ahí y no salir más. Tanto llegó a formar parte, que nuestras vidas, en cierto modo, se surten de él para vivir. Es mi labor social.
No existe otra forma de trabajar con ellos que no sea entregando cariño... es algo extraño, pero me choca cuando un niño se te acerca y te pide cariño. Sólo una caricia los hace feliz y es suficiente para arrancarles una sonrisa...
Son parte activa de mi familia y de mi vida, algo que es muy simple de entender... buscan el amor que el mundo les negó... y para eso están las tías, las profesionales (saludos a todas ellas: Claudia, Ivonne, Janet) y mi madre...

The past is back again (and I'm old now).

El pasado está de vuelta. Por más que trato de borrar todo y parecer un computador con disco nuevo, es peor. Hay un lugar en el cerebro donde, por más que se provoquen cambios y se adultere, las neuronas no dejan de hacer sinapsis. Los recuerdos están ahí.
Y así mismo como de repente, pasados los años, hay ciertos recuerdos que quedan archivados en el estante de más adentro, sólo un detalle hace que vuelvan a la primera plana. El encuentro más inesperado de lo que lleva corrido del año se produjo ayer: el encuentro con un "ex", mi primer pololo, en la salida de un centro comercial, después de 3 años o más. Sin duda, el tiempo pasa, su cabello que era semi poblado de canas ahora está más blanco. Su estilo deportivo de vestir ya era más formal, y por qué no decirlo, la edad le sienta bien. Ese encuentro muy familiar y ameno me hizo preguntarle al amigo que me acompañaba de cómo ha pasado el tiempo... Mirándome al espejo vuelvo a ver que efectivamente el tiempo ha pasado de forma precipitada, que aquellos años universitarios, donde no tenía mucho de qué preocuparme, ya pasaron; que una vive de utopías baratas mientras los padres te mantienen, pero una vez que te ganas los porotos es distinto.
El tiempo pasó tan rápido que no me di cuenta cuando me dormí una noche de 24 años y me desperté otra completamente distinta, a los 29. Mi Niño se enojaría con este comentario, pues siempre me ha dicho que soy joven, pero mi biología y mi cara no dicen lo mismo. Hay que aceptarlo con más convicción que antes: que el tiempo pasó.
Y los recuerdos no. ¡Por supuesto que no! Qué inteligente es el cerebro humano de traer como un procesador de última generación, las memorias sobre algo tan remoto. Fue bonito recordar lo que algún día fue la alegría de mis días, y que hoy, tantos años más tarde, me sienta triste por otra cosa...
En fin, nada de pensamientos tristes hoy. Fue bueno encontrar mi pasado por ahí y entender que El de Allá Arriba me dio la capacidad de perdonar, pero no olvidar. Porque lo bueno se recuerda y lo malo, se corrige. Así de simple.

De fondo: "Paisaje", Franco Simone.

jueves, marzo 09, 2006

No more I love U.

Es otra mañana más, como las últimas de la última semana, comienzo de año laboral y académico. La radio chicharrea canciones románticas hasta que me convencieron de sentarme aquí y escribir. Ni se imaginan lo que escucho. Sólo una persona podría tener una remota idea de lo que escucho, porque él escucha lo mismo. ¿No?
Llevo una maratón de música "córtate-las-venas" desde que no estoy con mi amor, mi Niño (así lo llamaré en este blog, porque así le digo de forma cariñosa). No sé hasta cuándo vaya a durar esto que me pasa, no soy buena tratando de olvidar; todo lo contrario, es como la canción de Arjona,
"... más te recuerdo aunque quiera olvidarte". Bueno, eso siempre me pasa. Llevo años tratando de olvidar cosas que pasaron en mi infancia. Así que hay que imaginarse lo difícil que es olvidar cosas cuando se es mayor.
Esta mañana ha transcurrido por varias canciones románticas que me han hecho pensar en mi Niño. Desde cómo estará hasta todos esos proyectos juntos. ¿Por qué la música provoca esa sensación? Intento apagar la radio unos minutos, pero no soporto el silencio. Eso acrecienta el vacío de este espacio gigante que es mi laboratorio y yo. Sólo el absurdo ruido de los equipos haciendo eco me desespera, por lo que el silencio se reduce a unos segundos...
Y aquí sigo trabajando y oyendo música, porque sin ella no puedo continuar, aunque para ello tenga que recordar...

De fondo: "¿Dónde estará mi primavera?", Marco Antonio Solís.

miércoles, marzo 08, 2006

How to dismantle my loneliness.

La soledad es un estado natural del ser humano. No sé dónde vi escrita esa premisa, pero me gustó tanto porque reflejaba perfectamente lo que me sucedía en ese instante. Pero luego no ha faltado el momento en que uno quiere refutar las premisas históricas, llegando a la conclusión de que lo hecho, hecho está, que el destino no se puede cambiar, y que existen personas destinadas a estar solas.
El objetivo de este
blog es reflejar lo que me pasa, soy inspirada por naturaleza, y quizás postee muchas veces en un día, o quizás desaparezca por varios días. Mi necesidad por plasmar escritos en mis horas de soledad es tal, que sólo así podré erradicarla. Así como la erradiqué una vez.
No es fácil vivir en soledad, tampoco en pareja, si es que de tu tercio de vida lo has pasado sin una pareja estable. Es más complicado tratar de acostumbrarse a compartir que dejar de hacerlo. Así han sido estas primeras semanas después de haberme acostumbrado a tener un alma gemela en algún lugar del mundo, sentir que le importas a alguien...Pero todos esos sentimientos de pronto cruzan una nube negra y lo hermoso de ello se transforma en una agonía torpe, un estado de ansiedad enorme, como cuando estás en el borde de un abismo, a punto de caer.
La sensación de desamor es peor que cualquier otra... lo digo con mucha propiedad porque sentir que alguien jamás sentirá lo mismo por ti es vergonzoso. Por eso anulé ese sentimiento años atrás. Y hoy... es difícil desacostumbrarse a lo que se aprendió. Son tardes de música romántica que desfilan con un sabor a cebolla que me irrita, son noches de pensamientos sin fondo. Eso, señoras y señores, es amar... No poder borrar lo que pasó, porque el hombre no es hombre sin sus recuerdos. No querer borrarlo, porque es lo único que te aferra a la vida. Querer intentarlo, porque de esperanzas vive el hombre... y la mujer...

De fondo: "Noviembre sin ti", Reik.

El no menos ponderado y famoso día de la mujer.

Y como si fuera poco, en el año en que seremos gobernados por una mujer, el día internacional de la mujer cobra más preponderancia que nunca. Tanto así que no dudo que en los lugares de trabajo se haya hecho un pequeño refrigerio con motivo de. Me imagino los futuros 8 de marzo, el refrigerio en la Moneda, nuestra presidenta hablando en cadena nacional por este día, un almuerzo especial y cosas por el estilo; mientras mi jefa (una machista de alto estilo) prefiera obviar este día y pensar que es otra bobada comercial. Pero lo bueno es que hoy no estuvo, y aprovechamos que la gata estaba fuera y las ratoncitas salimos a la fiesta, jeje. Unas buenas galletas, un buen té, conversación de lujo, un hombre que fue minoría (saludos a Jorgito), el chiste feminista del día, y en suma: una hora menos de trabajo que valió la pena, después de tantas muestras que procesar.
Saludos, mujeres del mundo, en nuestro día que desde el 11 de marzo será todos los días!!!! ¡Ejalé!

martes, marzo 07, 2006

Welcome to my world.

Estimad@s...

... mi vida es una historia. Más que de mi vida, de los que están a mi alrededor: amig@s, colegas, familia... Por eso el sentido de este blog es plasmar, de forma sencilla, todas esas historias sueltas en mi mente, para que las conozcan. Como en los mejores tiempos. Como en mis antiguos diarios...
Disfruten de estas crónicas, que yo disfruto escribiéndolas y viviéndolas.