martes, noviembre 11, 2008

We are all Heroes...

El guerrero Sin Nombre estaba frente al emperador, y después de una larga conversación, el emperador cae en la gracia que aquel personaje al frente suyo, estaba allí para matarlo, tan sólo a siete pasos de él. - ¿Por qué aún no me has asesinado? -, pregunta el emperador, ya entregado a su suerte. - Tenía que estar muy cerca suyo y ganarme su confianza... para no fallar.


Siempre recuerdo esta escena como la mejor de todas. Me recuerda que todos tenemos algo de qué jactarnos, algo así como el "golpe maestro" o por el estilo. Mientras escucho la banda sonora de "Hero" (Tan Dun), evoco esa sensación de llegar a lo más altoy poner la bandera en la cima del Everest.
Cuando uno hace eso, es porque muy, muy, muy en el fondo, lo estás haciendo para alguien más. El guerrero Sin Nombre lo hacía por sus creencias, los escaladores por sus familias, y así. Y claro, más de alguien dirá: "Lo hago por mí mismo y por nadie más". Sí, es probable que se haga... pero bien en el fondo, uno siempre tiene motivos para sí mismo; sin embargo, carecen de validez si además no lo haces por algo o alguien...
El tipo que ya no tiene nada ni nadie por quien vivir... se suicida.
El tipo que lo pierde todo...no encuentra sentido a su vida.
El tipo que está solo en el mundo... se abandona a su suerte.
El tema es que todos estos ejemplos sí han tenido gente a su alrededor, mas en su ceguera, no la ven.
Siempre hay algo por qué luchar (además de uno, claro).
Si para eso debo salir y convencerme de mi suerte, es porque de alguna forma tengo que crecer. No toda la gente me quiere como yo a ellos. No todos entienden mis formas de querer, y muchos no la entenderán jamás, por más que me esmere en ello...
Y si para eso tengo que luchar, allá vamos. No importa cuántas veces me cause la misma herida en el mismo lugar. Tarde o temprano, eso endurece el tejido. Y lo que no te mata, te hará más fuerte... Aunque eso signifique dejar de sentir.


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