viernes, abril 21, 2006

A trip through ourselves.

Un viernes más en el calendario. Ya estamos en el término de abril, las cosas no han cambiado mucho en cuanto a mis pensamientos ni a mi sentir. Sigo esperando respuestas... a mi edad es difícil encontrarlas como en antaño. Ya a estas altura pienso en que las respuestas puede que nunca lleguen...
No he puesto condiciones para que alguien esté conmigo. Sin embargo, a mí me han puesto condiciones para poder estar al lado de alguien. Es algo extraño lo que digo, pero así ha sido, y si mi concepto de estar con alguien es llevar un documento bajo el brazo con todo lo que quiero y espero del otro, y si te gusta, bien... Nahhh... no es mi estilo. Mi estilo es estar con alguien porque lo quiero y ya.
Sigo escuchando mi música favorita. Me acuerdo de nuestro viaje a Buenos Aires con Janet, y se me viene una sonrisa a la cara. Nunca lo pasamos tan bien tratando de olvidar a quienes nos dejaron, nos divertimos hasta decir "basta". Pero en el fondo eso no fue suficiente para borrar lo que sentíamos (y sentimos) por los "hombres del año". Siempre me preguntaré si ahora los hombres tienen miedo a comprometerse por un tema de que los manduqueen o porque al igual que las mujeres, quieren disfrutar el máximo de su juventud y el dinero percibido, y cuando se nos vaya yendo el tren, subirnos al último carro. Si Janet leyera esto, se reiría a carcajadas, pues nosotras somos medio modernas, pero tampoco tampoco ni muy libertinas ni demasiado conservadoras. Simplemente, un perfecto balance. :P
Algún día publicaré las fotos del viaje. Por mientras, el imponente obelisco de fondo.



Nos reimos mucho. Caminamos hasta decir basta. Comimos harto bife chorizo (y del bueno). Y de comprar, ni hablar... si no fuera porque no estábamos demasiado millonarias no gastamos más. La nota roja del viaje fue el "choreo" (sí, al más puro estilo del "lanzazo chileno" los pendejos de m*****) del super celular de Janet (eso pasa por tener aparatos tan modernos y llamativos). Como yo no andaba con mi celular, de verdad me relajé muchísimo, pues no tenía a mi mamá llamando cada 5 minutos preguntando dónde andaba.
Respecto a nuestra convivencia... no es porque sea yo, pero me he caracterizado por adaptarme fácilmente a las circunstancias (pregúntenme en 10 años más si seré igual, gracias a mi graaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaan paciencia es que lo he logrado). Janet es una buena partner de viaje, decididas y claritas las dos, en menos de 10 minutos tomamos decisiones claves para el viaje. Lo más chistoso eran nuestras conversaciones nocturnas, las cuales siempre terminaban redondeadas en el tema "ELLOS". En fin, en aquel momento eran nuestro tema. Ahora que estamos haciendo otras cosas y hemos estado más tiempo lejos de ellos, no sé...
Bueno, esa fue la breve reseña del último viaje que he realizado. Habrá muchos viajes más, y de hecho, hay muchas historias más que relatar.


De fondo: la canción del viaje a Bs. Aires: "Yegua", Babasónicos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

De más esta decir que lo volvería a repetir...viajar siempre ha sido una de mis aficiones, pero más allá del viaje en si, es con lo que vuelvo lo que realmente valoro, en este caso, de manera muy impredecible, una amiga.
A pesar de ser tan distintas, entre bifes chorizos, lanzazo y conversaciones nocturnas de por medio, encontré a alguien con muchos más paisajes interiores de los que pensaba.
La experiencia está fielmente retratada, con todos sus colores, y hay que repetirla!!, la dupla viajera tiene muchos más proyectos a concretar...