jueves, agosto 03, 2006

What you hear is not what you really listen.

Ayer fue un día de esos donde apago todo aparato distinto al equipo musical y me pongo a revisar mis discos. Puedo jactarme que he oído mucha música en mi vida, de distintos géneros, distintos exponentes, distintas épocas. Enciendo las radios y de todo lo que pasa por su emisión al menos el 90% lo he oído antes, nuevo o antiguo. Siempre ando buscando algo nuevo que escuchar y oír (porque no es lo mismo). Recuerdo también que con un personaje antiguo que fue muy cercano a mí compartíamos este gusto de escuchar música, de buscarla, e inventamos un término único: "digerir un disco". Llámese digerir un disco no sólo al ejercicio de tomar un disco compacto, llevárselo a la casa y ponerlo de fondo mientras haces otra cosa, no. Digerir un disco es "ponerle más oreja", hacer, de una otra forma que la música entre en la persona, sentirla, fijarse en detalles, oír la letra... ese tipo de cosas.
Bueh... ayer me puse "rockera" o "alternativa", o ambas cosas, jeje. Nah... es que tomé mis discos de Garbage (un grupo que en lo personal me encanta) y me puse a revisarlos, aprovechando la soledad de la tarde y que el ruido no iba a espantar a nadie. Y bueno, escuchar lo que se ha escuchado hace meses siempre le da otro cariz. Nunca una canción es igual 2 veces oída. Por eso nunca me aburro.
Es la magia de la música. Un tema es capaz de llevarte de nuevo al lugar y al contexto donde la oiste la primera vez. Y si la oyes cien veces, las cien veces te sentirás igual, no matter what, la canción la oyes con otros oídos, valga tanta redundancia.


De fondo: "Anticipadamente", Valeria Gallardo & Bairkan.
http://valeriagallardo.blog.com/


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