domingo, diciembre 16, 2007

Consolation... and there is nothing I can do.


I put my arms around you, your body stalls and droops
I give you consolation but there's nothing I can do
Estranged I listen to a voice so scared
Like a martyr from another world, I no longer share

The anguish of a thousand days, the fear of life like everyone
Against there is no chance to swim, you have to simply drift along

Everyday the sting moves deeper, one day it will reach your soul
It's near so close at hand for everyone

No more consolation, no more aggravation
no more I am making changes for everyone

Your eyes are breaking, the curtain is to drop
You want her here but you never begged before
If I could only scream and silence your voice
I might achieve to wake you up and make you come to a stop
When my world is quiet and no one fills my head
I give it one more thought and put it back to bed

Everyday the sting moves deeper, one day it will reach your soul
It's near so close at hand I hope you understand

No more consultation, no more aggravation
No more I am making changes for everyone.


"Consolation", Clan of Xymox.

Estamos en un momento crítico, en todo sentido. No digo que sea "malo", sino que más bien, es hora de ser (más) crítica con una misma.
Ese paisaje de la foto es del viernes, casi a las 6 de la tarde, con un sol pegando fuerte en San Felipe, a la vera de un taquito automovilístico de antología (por lo menos 7 km. de vehículos). Creo que nunca había sentido el sol pegándome tan fuerte en el cuerpo, casi chambreándome (si hubiera bebido), haciendo de mí una muñeca de trapo a 35°.
Y la radio no acompañaba: la nostalgia se había apoderado de mí en un absurdo abrazo de calor y estupidez por una parte del pasado que, por la inconsciencia del calor, me empeñaba en recordar.
Ya había leído el libro "El daño" de Andrea Maturana por enésima vez (creo que la vez N° 27). Hace días en que me acuerdo de quien no debiera ni tendría ni nada que recordar. Me estaba acordando de lo que quiero evitar a toda costa olvidar, pero que no puedo olvidar, porque aparece como la maleza alrededor de las piscinas, en cualquier época del año.
Me estaba acordando de la Jimena.
Se me había desaparecido su nombre de la boca, pero su imagen no se me borra; lo que es peor, cada vez que me acuerdo, no puedo evitar recordarla con una expresión desmejorada, tanto o peor desde la última vez que la vi, hace más de 4 años.
Pese a que ya había hablado de esto aquí en alguna oportunidad, siento que ese círculo está cerrado por mi parte, pero tal vez faltó el toque final.
¿Por qué con la otra parte del cuento (Erwin) el círculo sí se cerró? Porque, haya sido de corazón o no, haya sido verdad o no, haya sido lo que sea, él tuvo los cojones de encontrarme un día frente a frente y hablarme de ese pasado que "fue", lo que "no fue" y lo que "pudo haber sido". La verdad es que a esas alturas, yo no tenía interés en saber nada de aquello, pero él se las arregló para seguir buscándome hasta que agarró el valor suficiente para mirarme a los ojos y decirme que lo sentía y se disculpó por todo lo que pasó.
Con eso me di por pagada.
La justicia tarda, pero llega.
Pero mi felicidad no estaba completa.
Si bien me sentía feliz de que al fin se hubiera dado cuenta del error que cometió conmigo, todavía faltaba la parte que más me importaba: que ella se diera cuenta de su error, como yo me di cuenta de los errores que cometí con ellos.
Pero eso nunca llegó. Y no creo que llegue.
El tema que escribí al principio no tiene nada que ver con esto en particular. Tiene que ver con el consuelo, la conformidad que no llega. Que no me siento conforme de cómo fueron esas cosas en particular, y que hay momentos en que pienso que haber aceptado mi flaqueza fue peor. Que debí continuar siendo déspota e indolente. Que para ella debí seguir siendo alguien completamente impenetrable e inalcanzable como amiga, como persona.
Y como en esas ocasiones, casi siempre termino arrepintiéndome de lo único que me arrepiento realmente en mi vida: de haberle dicho que sí a una amistad que por mi parte fue sincera, pero que cada vez que recuerdo, más pienso que de su parte nunca lo fue.
¿Qué pasa cuando no te ven como lo que eres?
Durante años luché contra el prejuicio de la gente, que porque tenía un buen pasar en mi vida, la gente no se acercaba a mí... pero no por mí... sino por mi familia...
Y después de años de luchar contra eso en mi colegio, y sufrir el desdén de otra amiga (a quien consideré contra viento y marea mi amiga, y que después su envidia la llevara a cometer el peor acto que una persona puede hacer contra la amistad), juré que nunca más volvería a creer en una mujer como amiga.
La gente me envidia, mejor dicho, las mujeres me envidian por alguna estúpida razón que cruza por sus mentes, o porque yo tengo algo que provoca eso (que hasta ahora no sé); me envidian tanto que me harían daño para sacarme fuera de alguna jugada... Me envidian - creo yo - porque soy capaz de ser tan indispensable para un hombre (aunque no sea así), porque los hombres han sido capaces de valorar muchísimo más mi amistad que cualquier persona, sin tener yo que recurrir a ningún artificio femenino... Sólo soy yo misma...
... me imagino que eso es. Que la mayoría de las mujeres odian eso... porque las que son suficientemente maduras y están seguras de sí mismas no piensan estas weás, y han podido ser amigas mías. Incluso es más, hasta yo las he admirado y desearía tener esa actitud. Pero las amigas que fueron las llamadas "mejores amiguis" de la época del colegio y la universidad, sólo eran producto de su inmadurez (y por qué no, de la mía también), y todas fuimos víctimas y victimarias, aunque yo cargué con todos los platos rotos al final...
¿Quién perdió al final en el colegio?
¿Quien se fue del juego al cual nunca debió pertenecer, pero que siempre intentaron dejar dentro para expiar sus culpas?
Disfrazaron mi amistad para culpar a alguien de sus fracasos, y yo también fracasé como la mierda de amiga que pretendieron que fuera.
Y aquí estoy, casi 7 años más tarde, como el ave Fénix, quien resucita entre las cenizas.
Ahora tengo todo lo que siempre quise tener:
Un par de excelentes amigas, pero de verdad, de esas que no tienen razones para envidiarme.
Mis amigos varones, que siempre fueron de verdad y a quienes quiero a mi manera.
Un gran amigo y partner, quien confía en mí todo su patrimonio y una parte de su vida.
Dos ahijados hermosos a quienes adoro.
Alumnos que tienen 10 años menos que yo solamente, pero que me admiran y para quienes soy un ejemplo.
No gano mucho dinero, vivo con mis padres y ya estoy en serios planes de independencia, para poder empezar (por fin) con mi vida personal... aquella que alguna vez pudo empezar, pero que nunca partió. Aquella que está muy clara desde que tengo uso de razón, por más que muchos puedan dudar de ella... pero que existe.


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