Flashback.

Buenos Aires, Febrero de 2006.

La temperatura debe bordear los 34ºC a la hora después de la siesta, la televisión local y el canal de música chirrean una canción que coreamos Janet y yo:

Algunas noches

Soy fácil, No acato límites . . .

Algunas noches,

Soy fácil, No acato límites . . .



Tiempo atrás, lo salpicabas todo con tu encanto.

Te he visto reducir hombres al llanto ,

y a la fortuna despreciar .

Hoy rayás , el medio dia casi descocida

Sos un flamenco con el ala herida,

Con la intemperie te arropás . . .

Como yegua derramaba su esplendor.

Éramos salvajes sin frenos para el amor .

Y en la misma fantasía , se fundía y se reía de los dos .



Algunas noches

Soy fácil, No acato límites . . .

Algunas noches

Soy fácil , No acato límtes . . .



Hoy quizá , la sutileza me guardo un rescate

Me fuí avivando en otro par de escapes,

Me vine sabio en boicotear . . .

Con el tiempo fuí aprendiendo a ser robot

Era programable en cuestiones del amor

Y en la misma fantasía , me fundía y me reía de los dos ,

Perdido estoy , perdido estoy , perdido estoy todos saben quien soy.

perdido estoy , perdido estoy, perdido estoy perdido.

Nos miramos sin hablar, reímos de esta locura, refugiadas en un país extrañamente cálido, el único refugio válido, huyendo de los calvarios personales llamados "ex" algo. "Es una buena hora para salir a conquistar Buenos Aires", sonrío, mientras Janet comienza a sacar ropa del armario, entusiasmándose con la idea. Siento que este cuadro lleno de idolatría no pudiera tener sentido si no estuviéramos huyendo de nosotras mismas; sí, porque estamos huyendo de nosotras y no de los supuestamente culpables de nuestra desidia.

Mientras la canción suena, Janet se mueve por todo el cuarto, yo coreo fuertemente las letras e intento convencerme... que con el tiempo fui aprendiendo a ser robot, programable en cuestiones del amor...

De fondo: "Yegua", Babasónicos.