Nuevamente escucho la banda sonora del viaje a Bs. Aires y vuelve a mí esa sensación de libertad y tranquilidad. Es increíble lo que una canción puede lograr... Me siento como cuando caminábamos por las callecitas de Bs. Aires que tienen ese qué sé yo, la sensación de que nada me apremiaba - excepto mi impasse amoroso del momento -, y a Janet intentando ocultar (al igual que yo) esa inquietud por no conocer las respuestas que tanto anhelaba. Y bueno, aquí estamos las dos, 3 meses más tarde, en casi las mismas condiciones, esperando cada una su respuesta.
Cuando me siento apremiada pienso en esos momentos. El bife chorizo, el city tour, las largas caminatas (nunca ocupamos un taxi ni micro, sólo una vez el metro y el transporte para el aeropuerto), el calor, la "lluvia de angelitos", los piropos argentinos (qué agradable suenan en nuestro oídos!)...
Y justo en este miércoles 17 de mayo (como ya decía en el post anterior), viene refrescante eso de recordar cosas realmente agradables, como ese viaje tan enriquecedor, que seguro será una imagen que me traerá el confort necesario para nuestras vidas...
De fondo: "Don't dream, it's over", Sixpence None The Richer.
Y justo en este miércoles 17 de mayo (como ya decía en el post anterior), viene refrescante eso de recordar cosas realmente agradables, como ese viaje tan enriquecedor, que seguro será una imagen que me traerá el confort necesario para nuestras vidas...
De fondo: "Don't dream, it's over", Sixpence None The Richer.
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