sábado, septiembre 08, 2007

Un alto en el camino de la vida.

Gran golpe.
Resultado: auto sin ni una posibilidad de moverse, con el tren delantero destruido, rueda en el suelo.
Conductor: algo aporreado y adolorido, pero bien... salvó ileso.
El conductor, mejor dicho, conductora, era yo.
Esto fue la semana pasada, un domingo de madrugada, después de haber tenido una animada velada con mi amigo Guillermo. Los accidentes pasan, y un loco ebrio giró a toda velocidad hacia la avenida que yo transitaba, la que tenía preferencia de paso. El tipo me chocó y se dio a la fuga, sin dar la cara.
Así como las cosas van, también vienen. Hoy me tocó a mí, otro día puede ser a cualquiera.
No tienen idea las cosas que provoca una colisión como esta en la vida. Más que un choque (elástico) y físico, es un choque con la vida. Directo a las profundas cavilaciones del ser humano...
Los que me conocen y están cerca mío saben lo que una situación de este estilo pudo provocar en mi mundo, mi mundo privado. A mí nunca me ha interesado lo material en demasía, pero era mi auto (lo que hace un mi...), algo a lo que una, después de los años, empieza a tomar cariño. Más que lo material es lo sentimental: fue mi regalo de titulación.
Pero mucho más que eso, es el hecho que llevo años trabajando y no logro ganar lo suficiente como para apalear, en cierta forma, los gastos que conlleva esta situación. Ahora último este vehículo, mi auto, era mi herramienta de trabajo, que me permitía llegar al interior de la región para hacer clases. Llevo noches sin dormir preocupándome de cómo llegar a suplir su falta, y la verdad es que he gastado energía en algo superfluo... he estado distraída por un auto.
Para otra gente quizás sea más importante un vehículo, los gastos, el lujo, el comfort, la pinta... mi auto no era (digo era porque lo más probable es que sea declarado pérdida total) un signo de algo. Era mi compañero y mi herramienta de trabajo. Algo que, así como la gente y el dinero, viene y va.
Fue increíble saber que a mi círculo de amigos cercanos sí les interesa saber lo que me pasó. Me llamaron para saber de mí el primer día. Fue grato eso, saber que perdí un auto, pero que l@s amig@s no se habían perdido como creí. Que l@s amig@s valen más que el dinero y que cualquier fortuna, como dice mi amiga Peluca, "tener buenos amigos es mejor que tener dinero", a lo cual encuentro toda la razón.
Sobre mí... o puedo decir nada aún, los albores del choque aún quedan, lo que sólo deja al descubierto que además de otros choques materiales, hay otros que son peores, y que son los choques personales con una misma.
Estoy en crisis... no por mi auto... es uan crisis general... hoy conversando con mi gran amigo Alejo (quien tal vez tenga mucha razón), las cosas pasan por algo, y esta crisis me está avisando algo. Tal vez sería bueno conversar a solas conmigo y ver qué anda mal...
Estoy en el limbo de un cambio de vida. A los 30 es bueno empezar a mirar más hacia adelante que hacia atrás y que vivir el aquí y ahora... Se vienen algunos días de introspección...

Un agradecimiento a todos los que me llamaron y me escribieron: Peluca, Janet, Francisca, tía Mary, tía Osita, Guillermo... y muy especialmente a quien confía mucho en mí y a quien dedico esta reflexión de hoy: Alejandro... gracias por todo.

Y como siempre, el tema de fondo... Madonna, "Frozen".

You only see what your eyes want to see
How can life be what you want it to be
You're frozen
When your heart's not open

You're so consumed with how much you get
You waste your time with hate and regret
You're broken
When your heart's not open


Mmmmmm, if I could melt your heart
Mmmmmm, we'd never be apart
Mmmmmm, give yourself to me
Mmmmmm, you hold the key

Now there's no point in placing the blame
And you should know I suffer the same
If I lose you
My heart will be broken

Love is a bird, she needs to fly
Let all the hurt inside of you die
You're frozen
When your heart's not open

If I could melt your heart



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