Es otra mañana más, como las últimas de la última semana, comienzo de año laboral y académico. La radio chicharrea canciones románticas hasta que me convencieron de sentarme aquí y escribir. Ni se imaginan lo que escucho. Sólo una persona podría tener una remota idea de lo que escucho, porque él escucha lo mismo. ¿No?
Llevo una maratón de música "córtate-las-venas" desde que no estoy con mi amor, mi Niño (así lo llamaré en este blog, porque así le digo de forma cariñosa). No sé hasta cuándo vaya a durar esto que me pasa, no soy buena tratando de olvidar; todo lo contrario, es como la canción de Arjona, "... más te recuerdo aunque quiera olvidarte". Bueno, eso siempre me pasa. Llevo años tratando de olvidar cosas que pasaron en mi infancia. Así que hay que imaginarse lo difícil que es olvidar cosas cuando se es mayor.
Esta mañana ha transcurrido por varias canciones románticas que me han hecho pensar en mi Niño. Desde cómo estará hasta todos esos proyectos juntos. ¿Por qué la música provoca esa sensación? Intento apagar la radio unos minutos, pero no soporto el silencio. Eso acrecienta el vacío de este espacio gigante que es mi laboratorio y yo. Sólo el absurdo ruido de los equipos haciendo eco me desespera, por lo que el silencio se reduce a unos segundos...
Y aquí sigo trabajando y oyendo música, porque sin ella no puedo continuar, aunque para ello tenga que recordar...
De fondo: "¿Dónde estará mi primavera?", Marco Antonio Solís.
Llevo una maratón de música "córtate-las-venas" desde que no estoy con mi amor, mi Niño (así lo llamaré en este blog, porque así le digo de forma cariñosa). No sé hasta cuándo vaya a durar esto que me pasa, no soy buena tratando de olvidar; todo lo contrario, es como la canción de Arjona, "... más te recuerdo aunque quiera olvidarte". Bueno, eso siempre me pasa. Llevo años tratando de olvidar cosas que pasaron en mi infancia. Así que hay que imaginarse lo difícil que es olvidar cosas cuando se es mayor.
Esta mañana ha transcurrido por varias canciones románticas que me han hecho pensar en mi Niño. Desde cómo estará hasta todos esos proyectos juntos. ¿Por qué la música provoca esa sensación? Intento apagar la radio unos minutos, pero no soporto el silencio. Eso acrecienta el vacío de este espacio gigante que es mi laboratorio y yo. Sólo el absurdo ruido de los equipos haciendo eco me desespera, por lo que el silencio se reduce a unos segundos...
Y aquí sigo trabajando y oyendo música, porque sin ella no puedo continuar, aunque para ello tenga que recordar...
De fondo: "¿Dónde estará mi primavera?", Marco Antonio Solís.
1 comentario:
Arriba el animo¡¡¡¡¡¡¡
El mundo sigue dando vueltas, aunque como dice Mafalda, "a veces me gustaría detenerlo para bajarme"
Gracias por tu comentario en mi blog y comparto tu mirada de la música. Está con nosotros cuando más la necesitamos y sin lugar a dudas lo que escuchamos es un reflejo de lo que hemos vivido.
Saludos desde acá y ya vendrán mejores días.
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